20/10/09

"A 36000 kilómetros de la tierra se halla una órbita geoestacionaria, fija a la atmósfera porque se mueve a la misma velocidad que la tierra: la Órbita Cementerio, como se denomina a aquella a la que se envían los satélites cuando pierden su vida útil. Todos los satélites disponen de una energía de reserva, de forma que si se presenta algún problema,este último remanente de combustible se aprovechará para enviarlos a esa órbita donde quedarán fijos en el espacio sin necesidad de ningun motor que los mantenga en su sitio.
(....)
Piensa en la soledad de los satélites, la soledad orbital. Olvidados y fríos. Rodeados del vacío mas yermo y absoluto, en el silencio helado del universo helado, cubiertos de una capa de escarcha que no brilla, que no tiene siquiera ya luz que reflejar. Inmóviles y dignos en su glacial retiro, satélites difuntos, cadáveres exánimes de gélida chatarra, antiguallas que fueron monstruos de acero y hierro, que una vez transmitieron fechas, datos y cifras a los que concedían importancia crucial. Fechas datos y cifras que ahora nade recuerda. Ni la fuerza del hierro escapa al desamparo. Ahora incomunicados, herrumbrosos titanes que han perdido su fuerza, condenados a un mutismo eterno y oxidado, jalonan de morralla un sector desolado (...) que poco importa el tiempo en un paisaje ciego, donde cada minuto es exacto al siguiente, donde a cada segundo sucede otro segundo. Idéntico, inmutable, un segundo apagado para un tiempo marchito. Órbita cementerio. Soledad orbital.

A veces pienso, donde quiera que estés, que a mí me ha pasado lo mismo. Que fuí enviada al mundo con una mision: comunicarme con otros seres, intercambiar datos, transmitir. Y sin embargo me he quedado sola, rodeada de otros seres que navegan desorientados a mi alrededor en esta atmósfera enrarecida por la indiferencia,la insensibilidad o la mera ineptitud, donde una nunca espera que la escuchen, y menos aun que la comprendan. A nuestro alrededor giran universos enteros, estrellas, soles, lunas, galaxias, aerolitos, grandes constelaciones, nubes de gas y polvo, sistemas planetarios, materia interestelar. Hasta basura espacial. Pero sobre todo, un silecio insondable que todo lo absorbe. Un vacío enorme y negro, una quietud indescifrable.

Y aunque sé que no debería ser así, el caso es que me siento a millones de años luz de cualquier señal de vida, si la hay, que se desarrolle a mi alrededor. Siento que navego en la órbita cementerio."

Beatriz y los cuerpos celestes- Lucia Etxebarría

2 comentarios:

Luis M dijo...

IMPRESIONANTE

m.a.r.i.a dijo...

alguien ha leido la parrafada robada... bien!
yo tb lo veo impresionante, describe lo que no puede ser descrito, y parece hasta sencillo... =)